18 de noviembre de 2011

Tu, yo y un pequeño latido.

Estábamos tu y yo, mirándonos, cara a cara, ojo a ojo, boca a boca. Era como un sueño echo realidad, no parábamos de mirarnos a los ojos, era como... estar a 3 metros sobre el cielo, solo existíamos tu, yo, un pequeño latido y la luna, mas resplandeciente que nunca. Seguro que no te preguntas que era ese pequeño latido, no niegues que te lo imaginas, pero, por si persona alguna no lo sabe yo misma se lo diré, era mi corazón. Nos mirábamos fijamente a los ojos, era imposible apartar la mirada, sentía un calor tremendo, era como si me pusieran un mechero en la planta de los pies. Sentía tu respiración entre cortada y un enorme silencio, tanto que te oía cuando pestañeabas. Llegó el momento, sentí como te acercabas a mi, era como pequeñas explosiones, en ese momento las mariposas de mi estómago, parecían que estaban drogadas, revoloteando y revoloteando, sin parar ni un segundo, hasta que final mente, me besaste.
Desgraciadamente solo fue un sueño, un sueño tremenda mente mágico, tremenda mente hermoso, éramos tu yo y un pequeño latido, mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario